El patinaje artístico nació no como deporte en sí mismo, sino como método para poder cruzar los lagos helados en las épocas invernales. Las personas se ataban huesos en los pies y se deslizaban por el hielo. No fue hasta el siglo XVII que esta habilidad adquirió cierto reconocimiento social, ya que empezó a verse como una especie de ballet sobre el hielo. Y así fue como se comenzaron a sincronizar pasos, saltos y otros elegantes y perfectos movimientos. ¿Te apetece conocer más este deporte en pocas palabras?
El momento álgido del patinaje artístico tuvo lugar en la época de la Guerra de Recesión americana (1861-1865), pues fue cuando nació el primer club de patinaje, en Filadefia en 1849. Uno de los patinadores más revolucionarios del momento por sus movimientos y formas de expresión era el americano Jackson Haines. Un siglo más tarde, en 1921, se creó la USFSA (United Status Figure Skating Association) con la finalidad de difundir el patinaje.
Actualmente, es una categoría olímpica en la que los patinadores, de forma individual, por parejas o por grupos patinan y a la vez realizan saltos y distintas acrobacias al son de alguna pieza musical. Las distintas competencias tienen dos partes diferenciadas: por un lado, hay el programa corto en que los patinadores deben hacer ocho elementos obligatorios estipulados en el reglamento. Por el otro, hay el programa largo, donde no hay restricciones y los patinadores pueden combinar los movimientos con las dificultades que quieran
Una vez los participantes han realizado la competición gana aquel que haya obtenido mejor puntuación. Nueve jueces son los que se encargan de puntuar a los participantes del 1 al 6. La puntuación se contempla dos cosas: una la dificultad técnica y la otra el aspecto artístico.
Seguro que alguna vez te has puesto unos patines, incluso, quizás has probado de patinar sobre hielo. Ahora, ¿te animas a realizar un par de acrobacias?