Para todos los deportistas, corredores también, es importante trabajar los abdominales. Tener la zona abdominal fuerte ayuda a mantener la postura adecuada durante la carrera, potencia el rendimiento del corredor, aumenta la capacidad de resistencia y ayuda a evitar dores y lesiones de espalda.
Trabajar esta zona refuerza no solo la zona abdominal sino también la espalda y la pelvis, dando estabilidad a la zona de la cadera ayudando a potenciar el rendimiento en cuestas y con las zancadas más largas.
Para ello debemos tener en cuenta la respiración, parte muy importante en cualquier actividad física y que en las abdominales gana mayor importancia ya que el resultado de los ejercicios se potenciará mucho más y nos ayudará a conseguir el abdomen plano que tanto anhelamos.
Lo correcto es coger aire antes de empezar el ejercicio y lo dejamos ir cuando elevamos el tronco, en este momento es cuando los músculos abdominales están trabajando y al exhalar el aire estamos potenciando este trabajo muscular. Al bajar el cuerpo, lentamente, volvemos a coger aire.
Además debemos tener en cuenta:
- Pegar la zona lumbar totalmente al suelo durante toda la ejecución del ejercicio.
- Las manos en las orejas o en la nuca, pero a los lados no detrás, sin que lleguen a tocar la cabeza para acompañar el movimiento y no hacer fuerza con el cuello.
- Al subir el tronco, cuidar la postura de la cabeza, la mirada al frente y cuello alineado con la espalda. Para ello entre la barbilla y el esternón debe haber una distancia igual a nuestro puño, así no tensionaremos el cuello y el trabajo se centrará en el abdomen.
- Subir desde los omoplatos, no forzar la nuca, para no cargar las cervicales.
- No dejar caer la espalda, hacerlo siempre con suavidad
Se pueden hacer ejercicios abdominales antes o después de ir a correr pero de manera más suave y con menos
repeticiones.
Y sobre todo tened en cuenta que es mejor hacer pocas abdominales pero bien hechas que hacer muchas repeticiones que no nos proporcionarán resultados y nos pueden lesionar.