Termómetros en máximos. Medio país cerca del punto de ebullición. El otro medio no anda lejos. Tiempo de playa, tiempo de piscina, tiempo de pegarse al aire acondicionado, tiempo de bebidas muy frías. Y tiempo también para salir a correr, claro. Siempre es tiempo de running, y el verano no es menos. Tal vez, es más. Los días son largos y apetece aprovechar la luz diurna, esa que nos esquivará tanto como pueda en los meses de invierno; y solemos tener más tiempo libre. Eso sí, conviene tomar todas las precauciones necesarias que favorezcan un entrenamiento seguro.
Hidratación y estiramientos
Es fundamental mantener una abundante hidratación en todo momento. Antes, durante y después. Una buena solución integrada en los medios de carga (riñoneras, chalecos o mochilas), o un bidón rígido o flexible pueden ser nuestros mejores aliados. Otro de los aspectos que conviene tener siempre presente corresponde a los estiramientos, ignorados demasiado a menudo. Son imprescindibles siempre, siempre. Nos ayudaran a evitar posibles lesiones, a mejorar la circulación y a mantener los músculos sanos y flexibles. Antes de correr, practicaremos estiramientos dinámicos, con movimientos fluidos y controlados. Después, una rutina de ejercicios estáticos, manteniéndonos en una posición fija durante 20-30 segundos para poder reposar el músculo ejercitado.
Los complementos indispensables
Antes de salir a correr, conviene seleccionar una ruta con espacios amplios y árboles en los que refugiarse del sol y evitar las horas de mayor intensidad de los rayos solares. Una buena opción es salir a última hora de la tarde, cuando la luz mengua y las temperaturas son menos beligerantes. Además, podremos disfrutar de bonitas puestas de sol. Aunque salir a correr cuando amanece es otra magnífica alternativa. Además de los sistemas de hidratación mencionados, serán complementos indispensables una generosa ración de crema solar, unas buenas gafas de sol y una gorra, además de una vestimenta adecuada con ropa cómoda, fresca y ligera que facilite la evacuación del sudor.
Las zapatillas de running
Las zapatillas de running merecen atención especial. La oferta es amplia, adaptada a todo tipo de corredores y situaciones. Estudiemos con detenimiento qué modelo nos encaja mejor, los hay de para todos los bolsillos. El calzado deportivo protege los pies y ejerce un efecto amortiguador entre estos y el suelo, ayuda a reducir el esfuerzo de tus músculos y proporciona mayor agarre a las diferentes superficies. Un profesional que nos aconseje resultará básico.
Y mientras persista la amenaza de la Covid, es recomendable mantener las distancias de seguridad con otras personas, ducharse nada más llegar a casa, lavar la ropa y desinfectar las zapatillas.