SERENA WILLIAMS. Tesón competitivo
36 años, 23 títulos individuales de Grand Slam, un patrimonio para vivir mil vidas holgadamente… y una hija recién nacida. Sin duda, Serena Williams había conseguido prácticamente todo lo que un mortal pueda soñar jamás. Y después de 20 temporadas al más alto nivel, podía parar.
Podía dejar descansar su tesón competitivo. Había luchado duro para llegar. Con apenas cuatro años, ya disputaba torneos infantiles, y a los 14 debutó como profesional. Muchas horas en la pista y en el gimnasio. Demasiados días fuera de casa, de hotel en hotel, de avión en avión. Se había acabado. Ahora podría dedicarse a su familia, a su hija Alexis Olympia, a jugar cuando le apeteciera y a recuperar el tiempo que el tenis le había robado de adolescente.
Nunca pensó en la retirada
Eso es lo que pensaron todos… menos ella. Serena nunca planteó retirarse a causa de la maternidad. Su hija fue solo un alto en el camino. Un respiro momentáneo. Un punto y seguido. No más. No se había dejado la vida para apearse en los 23 Grand Slam, a uno solo de los alcanzados por la australiana Margaret Court. Ella no estaba hecha para eso. No entraba dentro de su lógica competitiva. Una lógica que la había llevado a jugar y a ganar el Open de Australia estando embarazada de ocho semanas.
Serena nunca planteó retirarse a causa de la maternidad. Su hija fue solo un alto en el camino. Un respiro momentáneo. Un punto y seguido.
Los meses de gestación se le hicieron eternos. Williams quería volver a empuñar una raqueta cuanto antes. Tiempo después, su entrenador Patrick Mouratoglou lo contaba así en un documental emitido por Eurosport: «Recuerdo que estaba en Wimbledon y ella estaba en casa muy embarazada. Me llamó y me dijo: «¿Puedes organizarme un ‘sparring’ para septiembre, por favor?» Yo le respondí: «Serena, vas a dar a luz en septiembre». Y ella me contestó: «Sí, y en cuanto dé a luz quiero comenzar mi entrenamiento». Le respondí que los médicos no la dejarían y ella simplemente me respondió: «¡No me subestimen!»».
Un parto difícil
Serena tuvo un parto complicado: «Casi muero después de dar a luz a mi hija Olympia», llegó a decir. Luego tuvo que permanecer postrada en cama un mes y medio debido a diversas complicaciones posparto. Pero nada de todo ello quebrantó su voluntad. Meses más tarde volvió a pisar las canchas con la ambición y el hambre de victoria de siempre. Y hoy, a punto de cumplir los 40, aun se permite el lujo de llegar a las semifinales del Open de Australia 2021 rivalizando con jugadoras que no habían nacido cuando ella ya ganaba torneos de Grand Slam.