Un partido de pasión en toda regla en que los detalles marcan la diferencia y durante los 90 minutos se debe dar todo por la camiseta. El resultado, a favor de los azulgranas, solo sirve para marcar una tendencia favorable estos últimos años desde que Pep Guardiola es el técnico del FC Barcelona.
Una tendencia que, aunque pudiera ser sólida, y basada en buenos argumentos futbolísticos, no sirve para el futuro, ni siquiera el más inmediato. Faltan 21 puntos por jugar. Eso es cerca de un quinto de la liga y a sólo 3 puntos de distancia no se pueden cometer errores.
En los “Clásicos” estos dos equipos se juegan más que 3 puntos. La rivalidad que hay entre ambos se extiende también a sus clubes de baloncesto, en el cual los azulgrana también se impusieron el sábado. Se trata de dos grandes clubes con mucho que demostrar, mucho que representar, y mucho por lo que luchar.
Más que las posiciones o los puntos en las competiciones, es el apartado moral el que queda en la mentalidad de cada plantilla y eso puede ser mucho más determinante. Los siguientes partidos demostrarán si un equipo es capaz de seguir concentrados y el otro no rendirse para dar batalla.
Por otro lado, en un enfrentamiento tan directo, realmente no solo están los puntos que se consiguen, sino que también los que no consigue el rival. En realidad estamos hablando de +3 y -3. Quizás es exagerar, pero tenemos un partido de 6 puntos, y debemos añadir el gol “average” como un punto más.
Todo está por ver, pero después de partidos así podemos decir que da gusto haber visto tanto para saber que aun nos queda más espectáculo en ambas ligas.