Si ya has probado todos los deportes en la arena, empezará a entrarte calor. ¿Qué tal pasar a los que tienen lugar directamente en el agua, para refrescarte un rato?
1.- Bodysurfing (o Barrenar). Necesitas: ser de esas personas a las que no les molesta tragar algo de agua en una playa con buenas olas. Consiste en “surfear” las olas sin usar tabla, directamente aprovechando la fuerza del agua para deslizarse sobre ella, como en este vídeo.
2.- Bodyboard. Necesitas: una tabla de bodyboard (de alrededor de un metro y de espuma sintética) y que la playa tenga algunas olas. La ventaja del bodyboard es que no necesita que las olas sean muy grandes, ya que puedes intentar cabalgar las olas tumbado sobre la tabla o con una rodilla apoyada en vez de de pie.
3.- Esnórquel. Necesitas: una máscara de buceo y un tubo (las aletas son opcionales). Consiste en tumbarse boca abajo en el agua e ir observando el fondo. Es un deporte tranquilo y relajante, en el que sólo tienes que observar. Mejor en zonas poco profundas y con algunas rocas pequeñas en las que pueda haber peces.
4.- Natación. Necesitas: nada. Un buen deporte si la playa a la que vas tiene pocas olas y no hay resaca que te intente arrastrar al fondo. Puedes practicar crol, mariposa, espalda o braza, según el estilo que más te convenga, aunque para velocidad te recomendamos crol y para estar nadando mucho rato una braza más relajada.
5.- Voleibol acuático. Necesitas: una pelota y entre tres y siete amigos más. Como el volei playa pero sin red, haced dos equipos, poneos en círculo e id pasando la pelota. El que la deje caer otorga inmediatamente un punto al equipo contrario, y el primer equipo que llegue a 20 gana. Si la playa no está tranquila, mejor intenta alguno de los dos primeros de la lista o te pasarás más tiempo yendo a buscar la pelota que jugando.
Y con esto ya no tendréis excusa para no hacer deporte en la playa, tanto al sol como en el fresquito del mar. ¡Disfrutad de lo que queda de verano!