Quizá sois de los que usáis pulsómetro para llevar a cabo vuestros entrenamientos y tener una referencia para mantener el ritmo o ver cuánto tiempo tardáis en recuperaros. Sin embargo, puede que algunos no sepáis muy bien qué ventajas conlleva tener un pulsómetro o qué es exactamente. Por ello, este post tratará de aproximaros un poco más este aparatito que os será de gran utilidad a la hora de practicar running.
Un pulsómetro podemos decir que sirve esencialmente para medir la velocidad de los latidos del corazón o del ritmo cardiaco. ¡Eso sí! Deberéis tener presente que antes de empezar a correr con él, tendréis que conocer cuál es vuestro ritmo en reposo y vuestra frecuencia cardiaca máxima (FCM). Para saber esto último lo único que debéis hacer es restar vuestra edad a 220, en el caso de que seáis chicos, y a 226, en el caso de que seáis chicas. Por ejemplo, un hombre de 40 años tendrá una frecuencia cardiaca máxima de 180. ¿Sencillo, no?
Una vez tengamos establecido este valor podremos efectuar entrenamientos con nuestro pulsómetro para trabajar diferentes objetivos: control de peso, ejercicio moderado, ejercicio aeróbico o anaeróbico, entre otros. Esto os será útil porque conseguiréis una adecuación entre el ejercicio que realicéis y el que deseéis.
Gracias a este aparatito electrónico, tanto si sois deportistas veteranos como ocasionales, podréis mantener un control exhaustivo de vuestro entrenamiento con la finalidad de que alcancéis unos objetivos establecidos, ayudándoos a recuperar la frecuencia cardiaca.
Por último, añadir que algunos pulsómetros os ofrecerán la posibilidad de descargar vuestro entrenamiento en aplicaciones informáticas para que veáis vuestro progreso día a día.
Y vosotros, ¿usáis pulsómetro?.