Para elegir unos esquís tienes que tener en cuenta tres factores, principalmente: el nivel, la altura y el peso del esquiador. Es evidente que también deberás saber qué uso quieres darles a los esquís: si para ir en pista, fuera de ella, realizar saltos, slaloms…

Si eres un esquiador principiante, te recomendamos un esquí básico y polivalente, que no sea demasiado largo. Estos esquís suelen ser de cintura ancha, con poca diferencia con las espátulas (la parte de delante del esquí). Esto hace que el esquí sea más estable. La estabilidad se centra en el núcleo y así el aprendiz podrá lograr los giros más fácilmente y con una mejor adherencia.

La altura y el peso son dos elementos esenciales a la hora de elegir el esquí. Si mides 1,80 lo mejor es que los esquís tengan tu misma longitud. No obstante, si aún no dominas mucho este deporte, mejor que sean un poco más bajos que tú. De esta forma, ganaremos en control.

Si tienes un nivel medio, los esquís vienen reforzados por los laterales, la cintura del esquí es más angosta, lo que se marca más la diferencia entre la cola y la espátula. Son más rígidos y más sensibles, con lo que se consigue un giro más sencillo en radios más pequeños.

Evidentemente, si tienes un nivel medio pero  sobre todo experto, el abanico de modelos y tipos de esquís entre los que puedes elegir se amplia. Más que preocuparte por la espátula, el núcleo o la cola del esquí y de tu peso o tu altura, la indecisión se encuentra en el uso que le vas a dar a este esquí. Pero eso ya va a gustos.

¿Ya tienes tus esquís para este invierno?