Antes de que nos demos cuenta ya estaremos en verano y sabemos que a muchos de nuestros lectores les gusta aprovechar este tiempo para poder correr en la playa. Sin duda se trata de un ejercicio fantástico y en un entorno ideal pero siempre hay que tener en cuenta algunas premisas fundamentales para evitar lesiones y problemas. Seguidamente, Valentín de Entre Montañas (nuestro runner) nos dará algunos consejos para prepararse para correr en la playa.
Los obstáculos
En primer lugar debemos tener en cuenta los obstáculos que nos podemos encontrar a la hora de correr por la playa.
El primero y más habitual son los propios bañistas. Está claro que lo ideal sería encontrar una playa en la que apenas haya bañistas, pero eso es prácticamente imposible ya que en estas fechas lo normal es que cada vez vayan en aumento. No obstante, siempre tenemos la posibilidad de escoger determinadas horas como a primera hora de la mañana o a última de la tarde ya que podemos disfrutar de un espacio mucho más libre.
Por otra parte también es conveniente recorrer previamente la playa antes de empezar a correr por primera vez para comprobar que se trate de una playa suficientemente limpia y no haya obstáculos peligrosos o restos con los que nos podamos lesionar.
Seguidamente trazamos una ruta por la que no tengamos que estar zigzagueando y evitando obstáculos y ya lo tenemos todo preparado para comenzar.
Correr descalzos
Otro consejo que damos es que ya que estamos corriendo por la playa, lo más adecuado es hacerlo por la zona donde alcanzan las olas, y es por ello que recomendamos aprovechar y correr descalzos, ya que disfrutaremos de una fantástica sensación de masaje tanto por la propia arena como por el agua que irá inundando nuestros pies.
Si tenemos dudas o existen elementos lesivos en la arena, es mejor optar por utilizar algún tipo de calzado que sea suficientemente cómodo.
La velocidad
Otro aspecto que debemos considerar a la hora de correr en la playa es la velocidad que vamos utilizar. En primer lugar debemos tener en cuenta que estamos corriendo sobre una superficie en la que nuestro cuerpo tendrá que hacer un esfuerzo extra. Por otra parte, también hay que considerar que aunque en principio se trate de una playa suficientemente limpia, siempre es posible que exista algún tipo de obstáculo que nos pueda llevar a distintos tipos de lesiones.
Es por ello que lo que recomendamos en estos casos es realizar un rodaje suave que además de permitirnos disfrutar mejor del entorno, también evitará estos inconvenientes.
Cuando terminemos de correr
Una vez que hayamos terminado nuestro entrenamiento diario, una buena idea es la de aprovechar y descansar un rato en alguna zona de la playa que se encuentre lo más tranquila posible y donde podamos sentarnos un rato o incluso darnos un pequeño baño que sin duda será muy beneficioso para nuestro organismo ya que nos permitirá relajarnos y tonificar nuestros músculos.
Cuando terminemos este rato de relajación, sin duda lo mejor es darnos una ducha con la que terminaremos por sentirnos fantásticamente bien y nuestras piernas estarán fabulosamente tonificadas.