El flato es un dolor abdominal que normalmente aparece cuando haces algún esfuerzo físico, como correr. En realidad la causa exacta que lo provoca no se sabe aún con seguridad, pero sí que existen algunas teorías. Probablemente la causa del flato no se deba solo a un motivo, sino a varios.
Una de las explicaciones que seguramente habrás escuchado más a menudo es que el flato se produce si has bebido mucha agua o has ingerido mucha comida y no has dado tiempo para que tu cuerpo hiciera la digestión, que suele durar entre una hora u hora y media. Así que procura no beber ni ingerir grandes cantidades de alimentos poco antes de salir a practicar ejercicio físico.
Otra de las teorías más frecuentes de por qué tienes flato es por el flujo sanguíneo. Sí, cuando corres o practicas deporte, la sangre se dirige a los músculos que estás trabajando, dejando de lado la zona del diafragma. Esto provoca que este músculo, clave en la respiración, lo tenga más difícil para hacer su trabajo. También que, en ocasiones, te sientas fatigado y posteriormente sientas dolor.
Para finalizar esta breve explicación, con la que intentamos responder a tu pregunta de por qué tienes flato, tienes que saber que también puede producirse porque no expulsas todo el aire que has inhalado y la mala respiración acaba pasándote factura. No obstante, en este caso, la solución es sencilla: canta, habla, es decir, ¡vacía tus pulmones! Pero no fuerces la exhalación, porque tampoco es bueno.
Así que, en resumen: antes de hacer esfuerzo físico no comas ni bebas mucho, calienta para mantener todos los músculos a tono y respira correctamente, para en la medida de lo posible evitar lo que te provoca el molesto flato. Si no puedes, escucha con atención lo que pide tu cuerpo y búscate una solución a medida para ir reduciendo los episodios de flato. Puede ser un calentamiento más largo, evitar ciertos alimentos, respirar de determinada manera… Al fin y al cabo, ¡cada cuerpo es un mundo!