Mañana, 22 de septiembre, es El Día Mundial sin Coches. El objetivo de la propuesta es bien claro: dejar de lado los medios de locomoción que consumen combustibles fósiles y dar un empuje a la conciencia de las personas.
¿Y qué alternativas tenemos para desplazarnos por las ciudades?, pues muy sencillo, la bicicleta o andando. Son actividades muy sencillas y que, además mejoran nuestro estado físico, previniendo e incluso mejorando el estado de la mayor parte de las enfermedades.
En la actualidad nos vemos cada vez más avocados a la utilización de medios de transporte a motor, lo cual nos lleva sin duda a una espiral en la que las dos mayores víctimas son la naturaleza y nosotros mismos. En primer lugar, nuestra salud se resiente ya que cada vez nos volvemos más sedentarios, y en segundo lugar, si vivimos en un entorno contaminado, aumentan más las posibilidades de contraer enfermedades que pueden llegar a ser incluso mortales como el cáncer o problemas cardíacos, pero incluso, y esto ocurre en todos los casos, empeora considerablemente nuestra calidad de vida, aletargándonos en un proceso sin fin, cambiando nuestro humor e infundiéndonos una clara tristeza.
Pero tenemos a nuestra disposición algunas alternativas. Si optamos por utilizar una bicicleta o, simplemente, desplazarnos andando, no sólo disminuiremos la preocupante contaminación, sino que, además, realizaremos un ejercicio aeróbico estupendo que nos mejorará en todos los aspectos anteriormente mencionados.
Pero la solución no está en modificar nuestra conducta el 22 de septiembre, ya que se trata de una fecha en la que se busca la concienciación. Nuestra verdadera solución es adaptar este sistema para todos y cada uno de los días, comenta nuestro runner experto, Valentín.
Es muy habitual ver cada día a más gente que utiliza un vehículo a motor para desplazarse en distancias incluso inferiores a un kilómetro. Esto sin duda es un golpe a la naturaleza, pero no me refiero al entorno en el que vivimos, sino que también me refiero a la propia condición humana. Un cuerpo que no realiza un mínimo de ejercicio diario está destinado a envejecer prematuramente.
Existen una gran cantidad de ocasiones en las que podemos cambiar nuestros hábitos y mejorar nuestra salud y la de los que están a nuestro alrededor. Para comprar el pan cogemos el coche, para subir un piso utilizamos el ascensor, etc.
El cambio del coche por el ejercicio físico proporcionará a nuestros organismos una importante mejora que en pocos días podremos ver, entre las que destacan un descenso de hasta el 52 % de posibilidades de padecer problemas de hipertensión, mejora la asimilación de la glucosa (azúcares), por lo que se tolera mejor, disminuyen los triglicéridos (colesterol malo) y aumenta el colesterol bueno, es sin duda un buen mecanismo para prevenir la osteoporosis ya que incrementa el material óseo, mejora el tránsito intestinal, llegando a acabar incluso con problemas de estreñimiento que hoy en día padece un alto porcentaje de la sociedad, mejora la eliminación de toxinas causantes de infecciones y enfermedades, por lo que con el tiempo veremos que enfermamos mucho menos de lo que acostumbrábamos, activa nuestro cuerpo y mente, consiguiendo mitigar, prevenir e, incluso, hacer desaparecer problemas tan habituales hoy en día como la ansiedad y la depresión, transmitiendo un estado de optimismo que nos acompañará durante todo el día, incluso en los momentos más difíciles de nuestra vida.
Sin duda, existe una gran cantidad de razones por las que es recomendable sustituir los vehículos por métodos más naturales, y es algo que tenemos a nuestro alcance todos los días. Sólo tenemos que proponérnoslo y empezar cuanto antes.
No nos arrepentiremos. ¡Te animas!