Voy de Maratón en Maratón como buen runner y por eso, este artículo lo he empezado a escribir ya desde el avión (de vuelta de Holanda).
Ante todo, y delante de nuestro último artículo desde la fase de iniciación de running a la avanzada quiero agradecer a base: que haya contado con mi colaboración. Ha sido un placer compartir mis conocimientos de running y entrenamientos con todos vosotros.
Tal y como os dije en el pasado escrito, respecto a la Maratón de Barcelona si no la corrí fue porque escogí correr la de Rotterdam (con un circuito completamente llano y considerada de las más rápidas de Europa).
Ha sido casi un año de preparación con la intención de llegar al cien por cien a esta maratón y así poder superar mi mejor marca anterior (2h46’40”). El objetivo era bajar de la barrera de las
2h 45′. Para eso dividí la temporada en un período de preparación general (en verano sume muchos kilómetros de carrera de montaña y incluso de bicicleta), otro período de preparación más específica (des de finales de 2011 empecé con entrenamientos más rápidos) y finalicé con el período de competición (este es entre enero y abril participando en seis medias maratones).
Y llegó el gran día. ¡El día de la Maratón!
Me despierto en el hotel tres horas y media antes de la salida. Desayuno bien (pan con jamón york, queso, mermelada y miel, un cruasán, un zumo y un café), aunque lo más importante en la alimentación es la carga de carbohidratos (pasta y arroz) que realicé los días previos.
Me equipo bien con el calzado para running adecuado para profesionales y descanso un poco más tumbado en la cama hasta una hora antes y me dirijo al World Trade Center de Rotterdam. Me espera mucha gente y un ambiente increíble. ¡Empiezan a salir los nervios! El día parece bueno; nubes y frío (4 grados) es la temperatura ideal para competir, la lástima es que sopla un poco de viento.
¡Todos a sus puestos!
La mayoría de maratones y de carreras con multitud de participantes, organizan la salida con diferentes posiciones según los tiempos acreditados. Así que me toca estar con los corredores de entre 2h30′ y 2h45′. Delante mío están los cracks y detrás los corredores que admiro igual o más que a los de adelante. Suena el himno holandés, ¿o supongo que lo es? 5, 4, 3, 2, 1, GO!
Empezamos a correr y en seguida cruzamos el puente de Erasmusbrug (el más conocido de Rotterdam), la llamada serpiente multicolor se empieza a alargar tanto por delante como por detrás, es genial, ¡me encanta! Mucha gente, pero que mucha, animando a ambos lados de las calles, grupos de música, otros grupos de animación, etc. Lo que debe ser una maratón, mucho más que una competición, también una fiesta. La gente te anima, da igual si no te conocen, da igual de que país eres, te animan, te leen el nombre en el dorsal y te llaman, “Good job”, “Come on” y algo más en holandés. Es el ambiente runner, es el ambiente que espero y deseo en todas las maratones y ¿por qué no? en todas las carreras.
Seguimos en carrera: paso el kilómetro 5 y el ritmo es el bueno, paso el km 10 y el ritmo es aún mejor, hay que tener en cuenta de no emocionarse y pasarse del ritmo porque entonces esto se paga en los últimos kilómetros donde se puede perder mucho tiempo, paso por la media maratón en 1h21’20”, aquí paso una pequeña crisis pensando que no aguanto este ritmo y que no lo voy a lograr, pero las piernas pueden y es el coco el que no debe fallar, paso el km 25 y veo que el ritmo sigue siendo el mismo, eso me anima, me encuentro con un corredor de Madrid y nos animamos mutuamente, ya estoy al km 30 y el ritmo sigue siendo el previsto, al km 35 lo mismo pero ya llevo más de dos horas corriendo, en el km 40 me sale el parcial de 5km más malo pero tampoco pierdo mucho tiempo, y ahí va lo mejor porque los últimos 2’195 km los corro incluso más rápido con un pequeño sprint final para lograr bajar de los 44 minutos.
Mi tiempo final y mi nueva mejor marca en MARATÓN: 2h43’54”
Contento, muy contento y satisfecho por obtener los frutos a tanto trabajo y horas de entrenamiento, kilómetros sumados, carreras, etc.
Esta ha sido pues mi última y octava experiencia en maratón, ahora primero toca descansar y ya mismo a pensar en la siguiente.
Imagino que para muchos de vosotros esto os parece algo muy lejano o incluso os puede parecer inalcanzable. Ante esto os diré que cuando empecé a correr hace diez años, salía a correr 30 o 40 minutos y terminaba agotado, entonces no me imaginaba poder llegar a correr todo lo que ahora corro. Es decir, yo no tengo genética de campeón, yo no soy ningún crack y todo lo que corro lo corro porque llevo mucho tiempo entrenando y porque me gusta correr.
Todos podéis correr una maratón y que todos podéis correr más rápido de lo que ahora corréis, solo es cuestión de entrenar, tiempo y constancia. Disfrutar de lo que hacéis y no os metáis prisa para lograr objetivos, marcas o trofeos. Lo que tenga que llegar, llegará.
Todos podemos ser unos campeones, no de ganar carreras sino de ganarnos a nosotros mismos.
Y para terminar el artículo, quería empezar quería agradecer a BASE su confianza en mí.
Ahora me toca agradecerlo a vosotros, porque sin vosotros también podría correr la maratón pero es más bonito poder compartirlo con gente que lo comprende y lo valora, y si de paso os puede servir de ayuda mucho más satisfecho todavía.
Gracias, mil gracias y un abrazo.
¡Salud y kms!
Jaume P.