Los caballos siempre han sido uno de los animales favoritos de los niños, de ahí que uno de los deportes que más les llame la atención sea la equitación.

En este deporte es muy importante la relación que tiene el animal con el jinete (el niño) ya que el caballo sabe quién es la persona que le cuida, que pasea con él, que le dirige… convirtiéndose en un amigo muy especial para el niño y enseñándole valores tan importantes como el respeto, el afecto, la responsabilidad, la confianza en sí mismo, la adaptación…

Físicamente, el hecho de trabajar con el caballo permite el equilibrio y la coordinación de los músculos desarrollándolos, en especial las piernas.

Para montar a caballo es necesario proveerse de ropa cómoda protegiendo las piernas del roce que se produce con la silla de montar, como p.ej. unos vaqueros y una camisa, unas botas (que evitaran que se les resbalen los pies) y un casco para proteger de posibles caídas.

Es un deporte diferente del que tus hijos podrán aprender mucho.