Se conoce como piragüismo la práctica deportiva en dos tipos de embarcaciones: el kayak y la canoa. Las diferencias entre ambas son básicamente técnicas, pero dicho rápidamente y de forma que cualquiera puede hacerse una idea, estas son que la canoa acepta a más piragüistas que el kayak mientras que la canoa es propulsada por una pala de una sola hoja (el kayak es con una de dos).  Fácil, ¿verdad?

Como imaginarás, este se considera un deporte de temporada. No hay competiciones durante todo el año, si no en los meses de verano. Aunque, evidentemente, los entrenamientos se realizan durante todo el año, sino difícilmente se podría competir.

Sea en canoa o en kayak, este deporte puede practicarse en familia siempre y cuando se trate de piragüismo en aguas tranquilas, donde el escenario suele ser en zonas embalsadas o canales artificiales donde no hay ningún tipo de corriente. En este caso, puede convertirse en una experiencia muy agradable y satisfactoria para todos, desde los más pequeños a los más mayores. Eso sí, ¡hay que remar!

Si lo que prefieres es ir a la aventura con tus amigos y disfrutar del piragüismo como deporte de riesgo, ¿qué tal practicarlo en aguas turbias? Puede ser muy divertido poder descender ríos, pasar por tramos variables y esquivar accidentes naturales en medio del caudal.

¿Por qué opción te decantas?