Ayer 10 de febrero se terminó la Copa Africana de Naciones de fútbol con la victoria de Nigeria, tras imponerse 1-0 a Burkina Faso.
En esta ocasión la competición, que tuvo sus orígenes en 1957, fue organizada en África del Sur, aunque originalmente debería haberse celebrado en Libia. Dieciséis países participaron en esta edición: África del Sur, Ghana, Mali, Marruecos, Túnez, Nigeria, Zambia, Costa de Marfil, Etiopia, Cabo Verde, Angola, Níger, Togo, Congo, Burkina Faso y Argelia.
Desde 2001 el trofeo que se otorga a los vencedores es chapado en oro y se trata de una torre en cuya parte superior aparece el mundo, en el que se aprecia claramente África.
Esta edición fue marcada por la victoria de las «águilas verdes» después de 19 años de sequía en una final muy sobria contra una discreta Burkina Faso. La verdad es que Nigeria demostró todo su potencial en el partido, mereciéndose así la victoria, gracias a la solidez de su defensa y también a dos de sus jugadores estrella: Victor Moses (Chelsea) y Emmanuel Emenike (Spartak).