En estas fechas tan señaladas todos entramos en una ilusión inevitable para vivir la Navidad. Nos rodeamos de un entorno más amable y acabamos dejando que eso nos influya. Respiramos este ambiente distinto donde las personas nos comportamos con una actitud más cercana.
Podemos discutir si realmente existe algo parecido a un espíritu navideño. Todos alguna vez lo debemos haber discutido, y si no lo habéis hecho os animamos a hacerlo. Hay que cuestionarse lo que hacemos siempre y preguntarnos si tiene sentido, pero si lo hacemos que sea con ilusión.
Las grandes comidas familiares también transforman estas fechas. Con la Navidad cobra sentido comer todos juntos y poder hacer grandes menús donde no falte de nada. Además, en Navidades tendremos más días de fiesta, tendremos más tiempo, veremos como todas las decoraciones cambian su aspecto y la afluencia a nuestras tiendas aumenta considerablemente.
El consumo es uno de los típicos reproches que se dan en estas fiestas. Ciertamente las cosas no están para malgastar el dinero y será importante fijarse bien en lo que compramos!!! Pero no es menos cierto que son las fechas idóneas para tener detalles con las personas que quieres.
Pensemos lo que pensemos de la Navidad, tenemos que aprovechar este tiempo para sentir las emociones que el resto del año no tenemos tiempo de sentir. Debemos saber estar en los sitios y en cada momento. Dejarnos llevar por lo bueno y no por lo malo y cuando en una cena alguien disfruta de nuestra compañía eso es de agradecer y nuestro espíritu navideño sale más a flote que nunca. 🙂