Para un delantero es obvio que el gol es su vara de medir, y a partir de los goles se juzgarán sus actuaciones. El FC Barcelona de esta temporada está a un gran nivel sólo comparable al nivel del Real Madrid, ambos, con un excelente juego.

El Madrid tiene enormes jugadores que le permiten sobreponerse de sus adversidades, ganar los choques y ser competitivo. El Barça cuenta con una plantilla excepcional con estrellas salidas de su cantera y con una dinámica de grupo potente.

Este fin de semana hemos visto dos goleadas de los dos equipos que lideran la liga. Tanto Barça como Madrid han contado con un Hat Trick de sus goleadores.

Higuaín no contaba para el principio de temporada y se ha convertido en una pieza clave del once de Pellegrini. Está siendo el goleador del equipo y sus desmarques y los pases que recibe de otro jugador como Guti han sido decisivos.

En el Barça todo el mundo apunta el bajo estado de forma de Henry, y la delantera no es capaz de igualar los registros de la temporada pasada. Pero ayer, ante el tercer clasificado, un valiente Valencia, fue los espacios que abrió Henry en su salida en la segunda mitad los que cambiaron el signo del partido.

Messi marcó tres goles pero contó con la inestimable ayuda del francés, que aunque no atraviesa su mejor momento, y acumula minutos en el banquillo, se sacó la presión de encima y creó espacios en la defensa.

Un buen desquite para Henry, que no marcó pero se sacrificó para el equipo.