La actualidad del fútbol internacional pasa estos días por Dubai, donde se realiza el Mundial de Clubes. Este acontecimiento reúne a los campeones de las competiciones continentales de las seis federaciones pertenecientes a la FIFA, CONMEBOL, UEFA, AFC, CAF, CONCACAF y OFC.

El Mundial de Clubes es la competición que substituye desde el 2005 la antigua Copa Intercontinental. Si antes el club campeón del mundo salía de la disputa entre el campeón europeo y el sudamericano, ahora la máxima competición oficial de equipos ha conseguido descentralizarse y dar cabida a otras federaciones internacionales.

La élite del fútbol se sitúa estas semanas en los Emiratos Árabes Unidos, donde los pronósticos dan como favoritos a los campeones europeos (FC Barcelona de España) y sudamericano (Club Estudiantes de la Plata de Argentina).

No obstante, la participación del Al-Ahli de Dubai (EAU), como equipo campeón del país anfitrión, convierte en más abierta la competición. La presencia del campeón asiático (Pohang Steelers de Corea del Sur) que derrotó al campeón africano (TP Mazembe del Congo), y del campeón norteamericano (Atlante FC de México) que ganó al campeón de Oceanía (Auckland City FC de Nueva Zelanda) permite ver una diversidad admirable de orígenes y cualidades.

La fuerza de los representantes diferentes federaciones continentales es muy dispar, ya las inversiones de cada equipo también varían. Esto hace que la presentación futbolística del torneo pueda ser un tanto desequilibrada. Aunque en el fondo lo importante para nosotros es que los equipos de continentes más humildes futbolísticamente (y en ocasiones socialmente) tengan la oportunidad medirse en competición oficial con grandes equipos del fútbol mundial.