Faltan tan solo unas horas para que los eternos rivales del fútbol español se enfrenten, para que el Barça de Guardiola y el Real Madrid de Mourinho disputen el partido más esperado de esta primera vuelta, no sólo por culés y merengues. Y, como ya es costumbre, ambos equipos están muy reñidos y esto aún hace más emocionante este partido: esta vez el Madrid va primero con 32 puntos y el Barça le sigue con 31. Ambos han ganado 10 partidos y han metido 33 goles a favor, los blancos han empatado dos y no han perdido ninguno y los azulgranas han empatado uno y perdido otro más.
Ante esta situación lo más fácil sería predecir un empate, pero este es un resultado demasiado conformista para lo que espera la afición. En primer lugar hay que tener en cuenta que se enfrentan dos equipos dirigidos por dos grandes entrenadores, pero muy diferentes. Guardiola, que encarna el esfuerzo, el trabajo, la humildad y la prudencia, y Mourinho, que sabe hacer que su equipo trabaje, sabe cohesionar al equipo y es una persona a la que le gusta provocar, a diferencia del entrenador culé.
Mientras que Messi es la pasión por el deporte y el juego en equipo, Cristiano Ronaldo es un jugador que pretende alcanzar el éxito dando prioridad a dar un buen espectáculo y conquistar a la afición antes que al resultado. Pero los dos equipos no se componen sólo de estos dos jugadores tan prestigiosos.
El Barça también está marcado por el centro, formado principalmente por Xavi e Iniesta, que tienen un control muy preciso del balón y que son piezas clave para el juego tan característico de los azulgrana, basado en el toque. Por su parte, los blancos tienen la velocidad y la agilidad de Di María y la solidez y estabilidad de Xabi Alonso.
En lo defensivo, el Barça puede presumir del veterano jugador, Puyol, así como de la precisión de Piqué. El Real Madrid también está bien servido por el internacional Sergio Ramos, de cuya efectividad no duda nadie, por Pepe, que tiene mucha fuerza en el corte, y por Carvalho, que tiene muy buena posición. Y qué decir de los dos porteros: Valdés y Casillas, dos cracks que saben guardar bien la portería de su equipo y salvarlo de alguna que otra situación crítica.
Dar la victoria a un equipo u otro está muy difícil teniendo en cuenta todas estas características, pero precisamente por esto la emoción está asegurada. Por tanto, solo se puede decir: ¡que gane el mejor!.