Frente a la entrada a los vestuarios cientos de personas esperan, cantan, chillan, animan. Es entonces cuando llegan los jugadores, una vez el autobús del equipo visitante emprende la marcha, la multitud se disipa, dirigiéndose, en su mayoría a la puerta 25, entrada para los seguidores del equipo barcelonés.
Los ganadores del #loveequalsfootball by PUMA entran por la puerta 31 y ocupan sus localidades: Preferencia VIP, fila 3, rozando el terreno de juego. No solo ven a los jugadores, los oyen, los sienten.
El partido empieza, las sensaciones y emociones que surgen desde esa localización son muy intensas, se vive el juego, ¡se vive el fútbol!
Ningún equipo acaba de dominar, y eso hace los nervios aumenten, pero en el momento más inesperado… ¡Gooool! Una pequeña parte del público celebra el gol, una gran parte se lamenta, mientras entre los seguidores barcelonistas se desata la euforia.
Un gol de falta y, más tarde, uno de jugada individual, hacen subir la alegría de unos y el pesimismo de otros. Cuando llega la media parte.
Los invitados por PUMA y base:, como VIPs, tienen un pica-pica en el hall, donde el público comenta como ha transcurrido la primera parte. Es el momento de tomarse un refresco y picar algo.
El resultado abultado no empaña el juego de la segunda parte, pero si calienta el ambiente. El equipo visitante baja el ritmo y la velocidad en general, pero no pierde peligrosidad. El equipo local marca y el visitante hace la réplica, dejando el resultado en un claro 1 a 4. Los pitidos del público en esta segunda parte han sido un continuo, igual que el ruido creado desde el sector visitante.
Carreras, faltas, goles, polémica arbitral, gracias a PUMA y base unos pocos han podido disfrutar del fútbol auténtico.