Entrevistamos a Raquel Moya, nuestra dietista titulada, de la tienda Nutridiet situada en la localidad barcelonesa de Mataró (Ronda Francesc Macià, 26B – 93.741.55.06/648.048.320) que nos hablará acerca de las verdades y mentiras de las dietas de los deportistas.
MB: ¿Puedes comer antes de una competición? ¿Qué?
RM: Sí que se puede comer antes de una competición, pero intentaremos que esa ingesta se realice aproximadamente 3 horas antes. Ésta última ingesta, debería estar compuesta por hidratos de carbono complejos (legumbres, avena, trigo, centeno, cebada, mijo, productos integrales como el arroz o el pan, germen de trigo, muesli sin azúcar, patatas o pasta) y pocas grasas, ya que si abusamos de estas últimas, se retrasará la digestión y esto provocará que el deportista se sienta pesado y afectará de manera directa sobre su rendimiento.
En el resto de horas previas a la competición, lo más sensato, será hidratarse. Algunos deportistas creen que es buena la ingesta de, por ejemplo geles de glucosa, con la idea que esa glucosa irá al músculo y le dará más energía; pero no es así. Lo que ocurrirá es que ante esa ingesta de azúcares, el cuerpo liberará insulina lo que hará bajar la glicemia (azúcar en sangre) y esto, junto con el ejercicio que se esté realizando, puede provocar una hipoglucemia consiguiendo así un efecto contrario al deseado.
MB: ¿Es recomendable beber durante la prueba, mientras esperas o haces paradas técnicas?
RM: Hemos de pensar que si durante un esfuerzo de larga duración nos quedamos sin sustrato, no podremos conseguir apenas nada, porque nuestro cuerpo no responderá a nuestras exigencias. Por lo tanto, tan importante es saber qué comemos, como conseguir una buena hidratación.
La posibilidad de alimentarse y beber durante las pausas puede resultar decisiva para el rendimiento.
Por otro lado, la pérdida de agua en el cuerpo, significa una bajada del rendimiento físico; así que se recomienda beber líquidos durante la carrera, incluso antes de tener la sensación de sed. Lo aconsejable sería beber entre 500 ml y 1 litro de líquido por hora de ejercicio, debiéndose fraccionar y consumir en pequeñas cantidades, en intervalos de 15 a 20 minutos.
MB: ¿Qué se debería hacer después de una competición?
RM: El objetivo de este periodo es lograr una rápida recuperación de los depósitos de glucógeno recurriendo a los hidratos de carbono de alto índice glucémico (glucosa, sacarosa…). La repleción de los depósitos musculares de glucógeno es más fácil y rápida en las dos primeras horas inmediatas a la finalización del ejercicio.
También es muy importante una buena rehidratación para cubrir las pérdidas por sudoración y la producción de orina.
MB: ¿Es necesario complementar la alimentación?
RM: Cuando se buscan los límites de la capacidad física de los humanos, toda mejora lleva implícita la optimización del funcionamiento del organismo. Para conseguirla se recurre a ayudas ergogénicas, aunque muchas de las utilizadas no se ha probado científicamente que consigan el efecto deseado. Los suplementos de vitaminas y minerales no ayudan a mejorar ni la fuerza ni la potencia cuando no se tienen deficiencias nutricionales. No obstante, pueden ser útiles en periodos de entrenamiento intenso.
Se ha de tener presente que cada persona es diferente, de esta manera, lo que a unos pueda sentar bien, a otros no les afectará o lo hará negativamente. Además se sabe que cuanto más adaptado metabólicamente esté el cuerpo de un deportista a un determinado tipo de esfuerzo, menor será el posible efecto ergogénico de cualquier sustancia sobre él.
(1ª parte, continuará)