Si el deporte rey es el fútbol, entonces el baloncesto es, como mínimo, de la familia real. Es el segundo deporte de equipo más popular en nuestro país, el tercero del mundo (aunque en países como China o Arabia Saudí se vea superado por el ping pong o el criket) y uno de los que más atención acapara.
Este 28 de agosto, y hasta el 12 de septiembre, podremos disfrutar del XVI campeonato mundial de baloncesto en Turquía, organizado por la FIBA. Competirán 24 selecciones nacionales, entre las que se perfilan dos grandes favoritas, que no podían ser otras que la todopoderosa EEUU y una España imbatible. Somos los actuales campeones del mundo de baloncesto, después de ganar el mundial de 2006 y el EuroBasket 2009.
Veremos si España es capaz de repetir título, aún sin la presencia de Pau Gasol, que prefiere no forzarse para evitar lesiones. No es la única a la que le falta su jugador principal, ya que éste será uno de los mundiales con menos estrellas: lesiones, problemas familiares, etc. les han ido apartando de la competición. Tampoco acudirán los primeros espadas del baloncesto estadounidense, aunque esto es por un motivo diferente. Al contrario que en el fútbol, donde no hay título que haga sombra al Mundial, en baloncesto los jugadores de EEUU suelen pensar que todo lo que no sea la NBA no es prioritario.
Pero incluso sin sus grandes estrellas, la selección estadounidense ya le ha dado problemas a la española, que necesita un banquillo más sólido para poder ir con seguridad y sin depender sólo de jugadores como Ricky Rubio o Juan Carlos Navarro.
¿Podremos ganar los dos mundiales en un mismo año? ¡Habrá que apoyar a los nuestros sin descanso!