En anteriores posts os explicamos cómo empezar a practicar submarinismo y el equipo de buceo que necesitabais. Por eso hoy vamos a hablaros de algunos riesgos que debéis evitar al practicar este deporte y así disfrutar de él de manera segura.
- Barotraumatismo o accidentes en el oído: ya os explicamos que una vez sumergidos el aire que está en la máscara o gafas de buceo afecta a los oídos y por ello debemos ecualizarlo porque la presión hidrostática le afecta enormemente. Para evitar una lesión de tímpano y/o dolor tenemos dos opciones: tragar saliva acompañado de movimientos masticatorios (como si masticáramos un chicle) o presionar los costados de la nariz y soplar en ella como si nos sonáramos (sin demasiada fuerza).
- Aplastamiento o ‘golpe de ventosa’: al empezar el descenso hay tener en cuenta que las gafas contienen cierta cantidad de aire (a la presión del ambiente exterior), por ello, si no insuflamos aire suficiente en el interior la presión exterior aplastará la máscara contra la cara y afectará a los ojos donde puede llegar a producir roturas capilares. Para evitar este efecto bastará con que respiremos por la nariz.
- Sobrepresión pulmonar o embolia traumática: es uno de los accidentes más graves que puede sufrir un buceador. La sobrepresión pulmonar aparece cuando realizamos un ascenso demasiado rápido en el que no hemos eliminado todo el aire que hay en nuestros pulmones. Eso produce un desequilibrio de las presiones que el tejido pulmonar no puede soportar y produce desde un simple desgarro hasta la rotura total de los pulmones. Para evitarlo es importante en primer lugar mantener la calma, no presionar la nariz y soplar como si nos sonáramos, espirar durante el ascenso y controlar la velocidad en él.
tags:
deportes acuáticos