Cuando corremos nuestro organismo necesita mayor aporte de oxígeno y para ello debemos coordinar la respiración con nuestra actividad, cosa nada sencilla. Hay que tener en cuenta que se trata de un esfuerzo sostenido durante un tiempo, por lo que antes de empezar con la práctica del running es aconsejable realizar una prueba de esfuerzo y una revisión. Además piensa que el control de la respiración es un hábito que debemos entrenar para obtener buenos resultados y que te ayude a mejorar tu rendimiento y frecuencia cardíaca.
Ten en cuenta unas sencillas pautas y comprobarás los resultados.
- Debes correr a un ritmo que te permita respirar de manera constante por lo que deberás ajustar tu ritmo e incluso bajarlo.
- Respira de manera rítmica y relajada así evitarás la aparición del flato y si se presenta para el entrenamiento.
- Cuando corras respira de manera consciente, concéntrate en el ritmo y la respiración, además de ir entrenando el cuerpo para una nueva actividad te servirá para despejar tu mente y liberar tensiones.
- Respira de manera cómoda, por la nariz o por la boca, es indistinto. El consejo es que en invierno cuides la inhalación por la boca para no enfriar la garganta.
- Mantén tu cuerpo hidratado. La sensación de calor y la sed pueden incrementar tu respiración.
Conocer cómo funcionan tus pulmones y los cuatro tipos de respiración te ayudará a comprender la importancia de coordinar tu carrera y respiración.
- Respiración torácica: Es la que todos tenemos presente, coges aire y se hinchan los pulmones y el pecho se levanta. Es la que utilizamos más durante el día incluso al hacer deporte. Es un tipo de respiración en la que necesitamos varias respiraciones para llevar suficiente aire a nuestro organismo con lo que el corazón aumenta su ritmo cardíaco.
- Respiración abdominal: Se llena de aire la parte baja de los pulmones y se hincha el abdomen. Es una respiración tranquila y nos ayuda a bajar el ritmo cardíaco.
- Respiración clavicular: Esta respiración es la que menos cantidad de aire proporciona y la que nos supone mayor esfuerzo llenando la parte superior de los pulmones.
- Y por último existe un cuarto tipo de respiración en el que se combinan las tres anteriores y que consigue llenar los pulmones de manera total.
Conocer como funciona tu cuerpo durante el ejercicio te ayudará a tomar consciencia de tu respiración y regular tu actividad a las necesidades de tu cuerpo. Tus resultados lo agradecerán.