El descenso de ríos es una actividad deportiva y recreativa cuyo objetivo principal es recorrer el cauce de los ríos siguiendo la dirección de la corriente. Se trata generalmente de ríos con algún grado de turbulencia, también llamados ríos de “aguas blancas”, por la espuma que genera la turbulencia en el agua, o “rápidos”. La navegación por este tipo de ríos se realiza en algún tipo de embarcación o balsa.
En el rafting existe una clasificación internacional que divide los ríos según su nivel de dificultad al navegarlos. Os la detallamos a continuación:
Ríos de aguas planas
Clase I- Fácil: Se trata de ríos totalmente navegables ya que sus aguas son casi planas: muy poco turbulentas y con pequeñas olas. Este tipo de ríos no presentan riesgos.
Clase II- Principiante: En estos ríos las aguas ya presentan un poco de turbulencias. Algunos requieren maniobras ocasionales pero no presentan peligro para los nadadores.
Rápidos
Clase III- Intermedio: En estos ríos las aguas son turbulentas con huecos y olas medianas que no sobrepasan el metro. La navegación en estos ríos requiere una buena técnica que permita realizar maniobras complejas.
Clase IV- Avanzado: Estos ríos presentan aguas blancas muy turbulentas pero predecibles. Los huecos y las olas pueden llegar a los dos metros y los remolinos son considerables. Pueden formarse cascadas y existen tramos estrechos que requieren maniobras técnicas complicadas. Es aconsejable una muy buena técnica y conocimiento del río ya que son ríos de navegación difícil.
Clase V- Experto: En estos ríos las aguas blancas ya no son tan predecibles y los huecos y olas superan los 2 metros por lo que se requiere un conocimiento experto de la técnica y del río. Las cascadas y remolinos pueden presentar peligro, por lo que se debe estar alerta.
Clase VI-Extremo: Son los ríos de mayor dificultad. Es sumamente difícil o imposible navegar en ellos. Son únicamente abordados por equipos expertos con todas las precauciones posibles. Los rescates en este tipo de ríos son prácticamente imposibles.
Antes de navegar, no obstante, hemos de tener en cuenta que los rápidos no son iguales en toda su extensión y los tramos pueden ser de diferentes clases.
Así que buscad la clase de río que más se ajuste a vuestros conocimientos y empezad una aventura de riesgo ¡para todos los niveles!