Practicar deporte en la montaña siempre es bueno y saludable y no solo por el hecho de practicar deporte:
- El aire: es más puro ya que no está contaminado por la polución de las grandes ciudades. Consumir este aire sano es una desintoxicación de todos los gases que nos rodean a diario y una fuente relajación.
- El efecto psicológico: salir de la rutina habitual e ir a la montaña ayuda a evadirnos, a desconectar de la realidad y a no pensar, lo que nos proporciona una sensación de paz mental y relajación. Peter Mathiessen, poeta, ya anunciaba que: “Las montañas nevadas, más que el mar o el cielo, funcionan como espejo de verdadero ser propio, completamente inmóvil, completamente trasparentes, como un espejo de un ausencia, de un vacío, sin vida ni sonido que lleva en sí toda la vida y todo el sonido”. Y según los científicos, el montañismo puede constituir un medio de sublimación psicológico de necesidades narcisistas, de descarga no conflictiva de la agresividad, de integración cuerpo y mente, de experiencia grupal, etc.
- Volvernos niños: estar en la montaña nos permite reencontrar sensaciones de cuando éramos niños gracias a las sensaciones de descubrimiento, la fauna y flora, las caminatas inesperadas, etc. Practicar cualquier deporte, sea movido o no, es divertido en la montaña.
Sin duda, debes salir de la ciudad y respirar, algún día, el aire puro que te ofrecen las montañas.