La apnea es una actividad acuática que consiste en descender a ciertas profundidades en el mar con la única ayuda de tus pulmones, sin equipos de submarinismo ni con un tubo para respirar como el snorquel.
Este deporte empezó en 1949 cuando Raimondo Bucher se sumergió 30 metros tan solo con el aire que contenían sus pulmones tras una bocanada previa. A partir de entonces, se convirtió en una práctica destacada y en 1976 el francés Jacques Mayol se convirtió en leyenda tras sobrepasar la última marca del momento de 100 metros.
La clave para poder disfrutar de este deporte es la relajación mental de la persona, una buena alimentación e hidratación y el entrenamiento en ambientes de hipoxia (estado que se ve afectado por la falta de oxígeno) con una respiración controlada.
Para practicar este deporte os recomendamos comentarlo previamente con un experto que os aconseje bien y en caso de realizarlo siempre bajo supervisión.