Hoy nos hemos levantado muchos con resaca futbolera, al haberse disputado ayer el llamado “Superclásico”. Cada año es uno de los partidos más vistos en el mundo, y sin duda el más visto en España.
Los bares estaban abarrotados, en los cines se agotaron entradas y las calles se convirtieron en desiertos urbanos. Las aficiones estaban expectantes, tras semanas esperado este enfrentamiento, que siempre levanta pasiones y da qué hablar.
Y, frente a todos las millones de miradas, brilló el de siempre, el León, el Tiburón, la Bestia, el indomable Carles Puyol.
Para nosotros, sin duda, y sin tener en cuenta ningún tipo de colores, fue el protagonista del partido. Porque, aunque teniendo en cuenta la más o menos mala suerte de su rival, Puyol siempre estuvo ahí con su calidad y fuerza habitual, salvando 3 ocasiones muy claras de gol.
Para nosotros, Carles es un referente. Viene del fútbol base, de la cantera de un grande, ha crecido poco a poco, haciéndose a uno mismo, llegando a ser el líder indiscutible de su equipo.
Es el espejo al que mirarse cuando pensamos en esfuerzo, en sacrificio, en dejarse la piel y en liderazgo. Por eso hoy le dedicamos este pequeño homenaje.