¿El qué? El Bobsleigh, sí. O Bobsled. Sabemos que es difícil de pronunciar, pero este poco conocido deporte que parece salido de la película Tron es deporte olímpico desde 1924 y ha aparecido en más de un popular videojuego.
Poniéndonos sencillos, es como un trineo múltiple. Consiste en equipos de dos a cuatro personas montados en un vehículo que se desliza a toda velocidad por un circuito prefijado de más de un kilómetro, normalmente en la nieve. El equipo que recorre el circuito más rápido gana. Teniendo en cuenta que los vehículos pueden llegar a 201 km/h, es como el F1 de la nieve.
El deporte surgió con la aparición de largos trineos en St Moritz, Suiza, pensados para que los ricos y aventureros los usaran como método de transporte. Cuando los más jóvenes empezaron a competir en las carreteras nevadas, las autoridades decidieron construir un circuito cerrado en nieve para evitar accidentes. Hoy en día se usan pistas de cemento cubiertas de hielo.
En cada trineo va un piloto, un encargado de frenos y dos que se ocupan de dar impulso. Todos deben ser fuertes y rápidos para darle un primer impulso al vehículo. Es vital la coordinación, ya que aunque el recorrido tiene tramos rectos es obligatorio que presente mínimo tres curvas, y todo el equipo debe actuar como una sola persona para no perder velocidad. También es imprescindible llevar casco, porque un vuelco puede ser gravísimo.
El deporte lo regula la Fédération Internationale de Bobsleigh et de Tobogganing. Como curiosidad, hay liga masculina, liga femenina y liga mixta. El país que más medallas ha acumulado en bobsleigh es Suiza, su país de origen. Allí es todo un fenómeno que atrae turismo de nieve.
¿Habías oído hablar del bobsleigh alguna vez?