Marta Sanjuan, enfermera nos explica que la tensión arterial es la presión o fuerza que ejerce la sangre que es enviada desde nuestro corazón, sobre las paredes de nuestras arterias y que es repartida a todo nuestro organismo.
Para poder determinar si nuestra tensión arterial es correcta se usan dos valores o cifras: el primero de ellos se conoce como “la máxima”, que es cuando el corazón o parte activa también conocido como sistólica se contrae y el segundo es «la mínima«, que es cuando nuestro corazón se encuentra en reposo o en posición de llenado (diastólica).
Cuando hablamos de HTA (Hiper Tensión Arterial), estamos refiriéndonos a unos valores superiores a los recomendados. Éstos se situarían en las franjas superiores de 140/90 mm Hg.
Poseer estos valores conlleva a unos riesgos, que si son puntuales, se traducen en síntomas como dolores de cabeza, mareos, etc. pero que si no se mejoran y se prolongan durante mucho tiempo, pueden acarrear serias complicaciones cardiovasculares. El problema es que no son siempre explícitas, ni sintomáticas.
Las complicaciones cardiovasculares pueden producir rotura de vasos sanguíneos hemorragias, trombosis (taponamiento vascular o isquemia) que dependiendo de la zona que afecten pueden ser más o menos graves y pueden conllevar parálisis, coma, infarto, angina y muerte. Los órganos más afectados son el cerebro, corazón, riñón y ojos.
Los factores que pueden provocar la HTA, son diversos pero parece que hay una causalidad derivada de ser obeso, consumir alcohol, la falta de práctica deportiva, etc. a pesar de ello no se conocen muy bien sus causas, pero muchas tienen que ver con el sistema renal.
En el caso de padecerla, se aconseja una dieta baja en sal, no consumir cafeínas, no consumir alcohol ni tabaco, dietas baja en grasas, estar en el peso ideal o cerca y tomar la medicación adecuada a cada caso.
El deporte en la tensión arterial produce un efecto beneficioso como puede ser la vasodilatación, aumento del riego sanguíneo… No se conoce bien el mecanismo por el que ayuda a bajar la tensión arterial pero está claro su efecto positivo.
La práctica deportiva también nos ayuda a controlar el peso, que nos ayuda a demás en otras situaciones patológicas que sumadas a la Tensión Arterial aumentan riesgos de otras complicaciones más severas, como pueden ser el colesterol, la diabetes etc.
Un programa de ejercicio aeróbico hace que nuestro corazón se fortalezca, siempre y cuando realicemos un ejercicio adecuado a cada edad y a nuestras necesidades. Por ello se estima que el ejercicio mínimo diario sea de media hora, suave y con control de profesionales. A partir de esto y en función de nuestras capacidades ¡cuánto más mejor!