Explicado de un modo rápido, el rafting es un deporte que se practica en una barca, canoa o kayak (rígidos o hinchables) que recorre el cauce de los ríos en dirección la misma dirección que va la corriente. Esto es nada más y nada menos, lo que quiere decir rafting en inglés: descenso de ríos. Lo divertido y lo que verdaderamente da emoción a este deporte es que el río que se desciende suele ser rápido, es decir, tener turbulencias. Por eso se considera un deporte de riesgo.

Es por este motivo que el rafting no es apto para personas que no están dispuestas a vivir aventuras. Pero, si sí que estás dispuesto y no eres un experto, no seas demasiado atrevido, puesto que este deporte requiere de una estricta técnica de remado y, sobre todo, de rescate. De modo que, si es la primera vez vas a practicar rafting es mejor que lo hagas con un profesor o con alguien que pueda guiarte bien por las movidas aguas de los ríos.

Además deberás llevar el equipo adecuado para poder realizar este fantástico deporte: casco, chaleco salvavidas, ropa y calzado adecuado y, según la situación, traje. Aparte de esto, el guía suele llevar un cabo extensible para casos de emergencia. Más vale prevenir que curar, ¿no crees? Y, evidentemente, los remos que se usan para hacer rafting no son los mismos que para ir en un lago tranquilamente, son especiales para el descenso de ríos.

¿Y tú, lo has practicado alguna vez?