¿Ya sabes dónde va a ir de vacaciones este verano? Tanto sí como si no, seguro que en algún momento vas a hacer alguna escapada en familia a la playa o a algún río. Algún lugar donde el agua esté presente, ya que con el calor, siempre apetece refrescarse un poco. Y tener el agua cerca es un alivio.
Por eso te proponemos cuatro deportes acuáticos que este verano puedes practicar con tu familia:
Snorkel: ¿A quién no le gusta mirar que hay en el fondo del mar? Si es muy atrevido para tu familia practicar submarinismo, porque los niños son pequeños, por ejemplo, siempre puedes comprarte unos pies de pato, unas máscaras de buceo, tubos de respiración y lanzarte al agua para ver qué colores, animales y plantas puedes encontrar.
Pesca: Si la idea de preparar una cena con pescado fresco, de cosecha propia, te gusta ¿qué tal la idea de ir a pescar? Es un deporte tranquilo, pero se considera un deporte. Te pones a media tarde en la orilla del mar, os sentáis con las cañas en el agua y a esperar a que los inocentes peces piquen. Si te da pena comértelos luego, siempre puedes usar este deporte para enseñar a tus hijos de primera mano (nunca mejor dicho) que peces hay en la playa o en el río.
Barranquismo: Este deporte es un poco más movidito que los dos anteriores, pero si a tu familia le gustan las aventuras es una opción muy acertada con la que seguro os lo pasaréis muy bien. ¿En qué consiste? Consiste en ir superando los tramos con poco caudal, los secos, los obstáculos y los tramos con cascadas que puedes encontrarte en un río.
Vela: Por último, este deporte náutico consiste en controlar la dinámica de un barco propulsado por la acción del viento sobre sus velas. Aunque puede ser un deporte muy divertido si te lo tomas a modo de ocio, las regatas son competiciones profesionales de barcos con velas muy duras, porque los participantes tienen que superar todos los obstáculos a los que el tiempo y la mar pueden someterte.
¿Con cuál de ellos te quedas?