Se acerca el buen tiempo y con él… el polen, polvo y las alergias.
Si eres corredor y tienes alergias no dejes que eso te impida entrenar. Si no te sientes del todo bien, lo mejor es que retrases tu entrenamiento porque cuando te encuentras mal la reacción de tu sistema inmunológico reacciona es mayor y por lo tanto lo mejor es evitar salir a correr. Lo más importante es consultar a tu médico para consultarle cómo tomar tu medicación y en qué momento (antes y/o después) del entrenamiento. Si debes utilizar inhalador recuerda siempre llevarlo contigo.
Nosotros te facilitamos unas pautas básicas a tener en cuenta:
- Aunque depende de la zona donde vivas, ten cuidado con los niveles de polen, lo mejor es correr durante la noche y a primera hora de la mañana que es cuando el nivel de polen es menor. Puedes utilizar el servicio de meteorología para revisar los niveles de polen de tu zona.
- Cambia el recorrido a una zona más urbana y evita en lo posible parques y zonas arboladas.
- Aprovecha para salir a correr después de un día de lluvia, el polen estará asentado y no se notará en el ambiente.
- Por el efecto contrario no salgas a correr los días de viento, los días de viento son perfectos para que practiques en la cinta 😉
- Muy importante es intentar evitar el picor de los ojos, utiliza siempre gafas de sol y gotas para mantenerlos limpios después de correr.
- Cuando acabes tu sesión, rápidamente, date una ducha, cambio de ropa sin olvidarte de limpiar tus zapatillas. Las bacterias que correr en el ambiente quedan impregnadas en tu equipación y pueden hacerte reacción. Un dato muy significativo es que los peores síntomas de alergia suelen ocurrir una hora después de exponerte al polen.
¡Esperamos que estos consejos os sean útiles!