Tener unos brazos firmes y bien definidos no es tan complicado, basta con elegir algunas prácticas que nos ayuden a ello e incorporarlas a nuestra hábitos deportivos.
Podemos optar por hacer una rutina en el gimnasio que ejerciten la zona de los bíceps, tríceps, antebrazos y también la espalda, con la ayuda de aparatos y pesas.
Si sois de los que no acudís al gimnasio y salís a correr o simplemente caminar, podéis aprovechar estas sesiones para incorporar a vuestro equipo unas muñequeras con peso, esto ayudará a ejercitar la musculatura del brazo con el balanceo del paso. Esta práctica no sustituye al entrenamiento de pesas y aparatos, ya que no sirve para ganar fuerza o aumentar volumen pero es una buena alternativa para los interesados en mejorar la definición muscular sin ganar volumen.
Por otro lado están los deportes que específicamente trabajan los brazos, los deportes de agua son por excelencia los más adecuados para ellos.
La resistencia que nos proporciona el elemento agua hace ejercitar toda la musculatura de la espalda y brazos de manera completa. Aquí podéis escoger entre Natación, Waterpolo, Aquagym, sin olvidar el Remo o el Kitesurf.
Y si lo que queréis es mejorar vuestros brazos y liberar estrés podéis optar por los deportes de lucha y de defensa personal, por ejemplo el Karate, Judo, Boxeo, Sambo, Muay Thai, etc. Deportes, todos ellos, donde los brazos ejercen una presión, golpean, se tensan y trabajan de manera intensiva.
En definitiva, cualquier deporte que implique tirar de algo y ejercer fuerza golpeando, presionando, nos ayuda al desarrollo de nuestros brazos, Béisbol, Bádminton, Tenis, Padel…
Así que no hay escusas para tener unos buenos brazos.