1. Home
  2. Todo
  3. Cómo correr cuando no tenemos tiempo

Cómo correr cuando no tenemos tiempo

0

En la actualidad, es muy habitual que el estrés de la vida cotidiana, el trabajo, etc. nos lleven a dejar de lado nuestra salud física. Es por ello que debemos considerar dedicar un tiempo semanal a la práctica de ejercicio con el objetivo de recuperar nuestro estado de salud.

Por norma general, el argumento más habitual para justificar que no podemos practicar ejercicio físico es que no disponemos de tiempo. No obstante, siempre existe tiempo si queremos, y para ello nuestro corredor o runner Valentín  nos dará algunos  consejos que nos pueden ayudar a organizarnos mejor y encontrar ese tiempo.

Planificando la semana

Una de las premisas básicas a la hora de poder encontrar un rato para practicar ejercicio es mantener una organización de nuestra vida.

Debemos establecer un tiempo determinado cada semana para la práctica de ejercicio, evitando dejarlo a la improvisación, ya que por una u otra cosa al final acabamos por no hacerlo.

También puede ser aconsejable planificar la semana los domingos por la tarde, ya que más o menos tendremos claro el tiempo que deberemos emplear para cada actividad de nuestro día a día.

Si no llegamos a encontrar el suficiente tiempo para hacer una tabla completa, también tenemos la posibilidad de dividir nuestro entrenamiento diario en dos tandas. Por ejemplo, si tenemos que correr 8 km, podemos hacer cuatro por la mañana y cuatro por la tarde.

Otro consejo si tenemos todo el día ocupado es realizar el entrenamiento por la mañana y antes de ir al trabajo. Por otra parte, practicar ejercicio físico a primera hora nos ayuda a llenarnos de energía y a afrontar el estrés diario con mucha mayor eficiencia.

Otra forma interesante de aprovechar el tiempo es realizar actividades cotidianas pero combinándolas con el ejercicio físico. Por ejemplo, podemos aprovechar para hacer un poco de ejercicio cuando sacamos a pasear al perro, quedar con un amigo en el gimnasio en lugar de en la cafetería, dedicar un rato a escuchar música o cualquier cosa que nos interese mientras practicamos ejercicio, etcétera.

El tiempo dedicado a los niños

Muchos aspirantes a ponerse en forma también utilizan la excusa de que los niños no le dejan tiempo. Bien es sabido que es cierto que ocupan mucho rato, pero debemos planificar nuestros entrenamientos de forma que no coincida con nuestras responsabilidades.

En el caso de que no consigamos dicho hueco, deberemos buscar a alguien que pueda hacerse cargo de ellos durante un tiempo. Una buena idea puede ser inscribirnos en un gimnasio que tenga servicio de guardería.

Los enemigos del tiempo

Por otra parte, seguramente podemos encontrar muchos momentos del día que acabamos malgastando. La televisión es uno de esos mayores enemigos, ya que al haber tantos canales, es muy habitual que en cuanto la enchufemos nos quedemos embobados incluso durante horas.

Si calculamos el tiempo que dedicamos a ver la tele cada semana, nos podemos dar cuenta de que ese mismo tiempo sería suficiente para poder llevar a cabo un entrenamiento más que adecuado.

Si hemos decidido entrenar por las tardes, un buen consejo es ir directamente al entrenamiento antes de pasar por casa, ya que cuando llegamos a casa después de una dura jornada de trabajo, es más habitual que se nos quiten las ganas de salir a entrenar.

Por otra parte, en casa también tenemos muchas tentaciones que pueden servirnos de perfecta excusa para el “lo dejo para mañana”.

Por otra parte, es importante que si disponemos de poco tiempo durante el día deberemos aprovecharlo el máximo posible. Hay que tener en cuenta que por poco tiempo que podamos dedicar siempre será mejor que nada.

La fuerza de voluntad

También es habitual que nos falte la fuerza de voluntad y acabemos dejando de lado el entrenamiento.

Un buen consejo es quedar con otras personas, algo que nos ayudará a ser más constantes y a forzarlos incluso cuando no tengamos ganas de entrenar.

Y en definitiva, si nos lo proponemos seriamente, veremos que disponemos del tiempo suficiente al menos para practicar un mínimo de ejercicio físico que sin duda será muy positivo para mejorar nuestra salud.