Esta excelente película nos enseña cómo el deporte cambia la Historia. Por si no tuvimos suficiente ejemplo este julio al ver a los nuestros levantar la Copa, El Milagro de Berna nos muestra cómo ganar un Mundial puede levantarle el ánimo a un país entero.
La película está ambientada en 1954, durante el Mundial, en Alemania. Los alemanes tenían la moral hundida por la aún reciente II Guerra Mundial, y empezaron a volcarse en el fútbol. El protagonista de la historia, Mathias (Louis Klamroth), un niño de 11 años, busca la figura paterna en un futbolista famoso, Helmut Rahn (Sascha Göpel). Ambos se entienden bien, y el futbolista insiste en que el chico le da suerte.
Todo se desmorona con la vuelta del auténtico padre de Mathias (Peter Lohmeyer), que ha estado prisionero de guerra. La tensión entre ellos es mayúscula, y termina con el padre prohibiéndole al niño jugar al fútbol o siquiera ir a verlo. Mathias tiene entonces el enorme dilema de hacer caso a su padre biológico o apoyar a su “padre adoptado”.
Una película cargada de emoción donde vemos un país que lucha por reconstruirse mirando emocionado las pantallas, escuchando la radio, emocionándose con cada pase acertado o cada oportunidad de gol. Una pasión que reconoceréis fácilmente como propia.
Os dejamos con el tráiler (en inglés) que habla por sí solo. ¡Buen fin de semana!