Un 2020 sin olimpiadas, pero con grandes efemérides
Vuelve la revista SOMOS DEPORTE y te contamos como vivimos este 2020 sin olimpiadas, pero con grandes efemérides. Más que volver, sigue. Porque nunca se fue. Pero sí es cierto que hemos tenido un parón forzoso por las causas que todos sabemos. Esas que nos han dejado demasiadas pérdidas humanas. Hay mucho dolor, ahí. Es algo que no podemos ni queremos que vuelva a suceder. Y eso dependerá de nuestras Administraciones y también de la prudencia, buen juicio y solidaridad de todos y cada uno de nosotros. No bajemos la guardia.
Es un año extraño en muchos sentidos. Y el deporte no es ajeno a ello. Competiciones y pruebas modificadas, aplazadas, canceladas, han dinamitado todos los calendarios. Nadie se ha librado. Fútbol, baloncesto, tenis, motorsport, ciclismo, atletismo… Pruebas profesionales y amateurs, en espacios abiertos o cerrados, aquí y allá. Ha tocado evaluar riesgos, tomar decisiones no siempre fáciles, postergar ilusiones individuales y colectivas, asumir riesgos económicos. Y eso también ha dolido, nos privado de practicar, ver, oír, leer deporte.
Y muy especialmente hemos echado de menos los Juegos Olímpicos de verano, la madre de todas las competiciones, un espectáculo único seguido desde todos los rincones del planeta. Más de 12.000 atletas de más de 200 nacionalidades compitiendo durante dos semanas largas en las más diversas disciplinas. Los JJ.00. empequeñecen cualquier otro deporte. Durante su celebración, apenas hay foco para nada más. 2020 será para siempre el año olímpico que no fue. Pero no hemos querido pasarlo por alto, y por eso rememoramos algunas de las efemérides más relevantes de su historia moderna. Había mucho que contar, pero el formato es limitado.
Así que después de mucho debate, nos hemos centrado en aquello que hemos creído más interesante: Barcelona 1992, como ejemplo de organización; Edwin Moses, uno de los más grandes atletas; la mítica carrera de 1500 metros lisos de Los Ángeles 1984; la prueba de los 100 metros lisos; o el poderoso equipo francés de los 4×100 metros libres de natación de Londres 2012.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 significaron un antes y un después. En muchos ámbitos. En el plano político internacional, supusieron el fin de los boicots que los bloques del Este y del Oeste habían establecido desde Múnich 72. A nivel nacional, colocaron a España y especialmente a Barcelona en el mapa mundial. Y deportivamente, alcanzaron hitos que aún perduran en la memoria colectiva.
Edwin Moses ganó dos oros olímpicos y otros dos en mundiales, además de batir cuatro veces el récord de los 400 metros vallas. Con un talento físico privilegiado, Moses, estudiante aventajado de ingeniería, introdujo nuevos métodos de entrenamiento para maximizar su rendimiento en el tartán y descubrió que su larga zancada le permitía dar un paso menos que sus rivales entre vallas, lo que le suponía arañar determinantes centésimas al cronómetro.
En la final de prueba de los 1500 metros lisos de Los Ángeles 1984, los británicos Coe, Ovett y Cram partían como favoritos indiscutibles, seguidos del keniata Cheshire. Para José Manuel Abascal y Andrés Vera, estar ahí ya era un triunfo en sí mismo. En carrera, Abascal fue progresando hasta situarse en primera posición a falta de 600 metros para el final. Solo pudieron seguirlo Coe y Cram. En los últimos metros, los dos británicos lo adelantaron para disputarse un triunfo que iría a manos del primero. Abascal terminó cruzando la meta en una histórica tercera posición, a menos de un segundo de Cram.
Los 100 metros lisos son el olimpo de la velocidad.
Detrás de cada centésima ganada al cronómetro hay una ingente cantidad de horas de preparación, de esfuerzo y de sufrimiento. De dietas calculadas al miligramo y de planes de entrenamiento meticulosamente confeccionados. Intentar rebajar una centésima el cronómetro supone un desafío de dimensiones colosales. Y conseguirlo, un triunfo poco frecuente.
En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, norteamericanos y franceses volvieron a llegar a la final del 4 x 100 metros libres como claros favoritos. La repetición de Pekín. Para los primeros se trataba de mantener su supremacía en la prueba; para los otros, aspirar a su primer oro olímpico. Ambas escuadras se presentaron con sus mejores bazas. Al final, fueron los franceses quienes se harían con el oro, después de una fenomenal última posta de Yannick Agnel. Se había consumado la gran revancha.
Para finalizar, en el Nº03 de SOMOS DEPORTE, nuestra revista, tu revista, también hemos querido rendir un pequeño homenaje a los grandes nombres del mundo deportivo que regresaron después de retirarse. Aquellos que lo dejaron porque creyeron que ya habían logrado todo aquello que soñaron de niños y niñas, o porque quisieron ser madres, o porque las lesiones les obligaron a ello, o porque, tal vez, no eran conscientes del error que cometían. Pero no supieron, o no quisieron, vivir alejados del deporte. Trabajaron duro y volvieron. Te contamos las historias de Michael Jordan, Pelé, Michael Phelps, Serena Williams, Gemma Mengual, Tiger Woods, Niki Lauda y Mike Hailwood.
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